¿Qué tipo de bebida es el Whisky?
El whisky, también conocido como whiskey, wisky o güisqui, es una bebida alcohólica destilada. El whisky emplea como base malta fermentada o cereales fermentados de diversa índole (trigo, centeno, cebada…). Por lo general, su proceso de envejecimiento se lleva a cabo en barriles de madera, normalmente de roble.
Mención merece la palabra Whisky, cuyo significado tiene tintes tinte trascendentales, o mejor dicho, el origen del término. El Whiskey proviene de la fusión de dos vocablos del gaélico irlandés,”uisce beathadh”, que significa “agua de vida”. Acertadas palabras, sin duda, las escogidas por los antigüos irlandeses; sobre todo, para aquellos que sabemos las maravillas que deparan los distintos tipos de Whisky para el paladar de aquellos que los catan.
Es del todo imposible conocer con exactitud la fecha en que el Whiskey fue destilado por vez primera, sin embargo, el primer documento que versa acerca del Whisky de que tenemos constancia aparece en el año 1405, en Irlanda. A pesar de que no se han hallado escritos que así lo acrediten, es sabido que el Whisky ya se consumía varios siglos antes de la aparición del citado documento.
Desgranando los diferentes tipos de Whisky
Aunque existen otros parámetros de distinción, la principal diferencia entre uno y otro tipo de whisky radica, básicamente, en su composición. Si quieres adquirir un whisky en condiciones, de entre todos los tipos de whisky que existen, éste será el dato clave. Partiendo de esta premisa, existen tres tipos de whisky bien diferenciados:
El whisky de malta es aquel whisky que ha sido creado a partir de la destilación de cebada malteada. Se trata de uno de los tipos de whisky más trabajados y mejor valorados del mundo. Aunque la mayor parte de su producción se lleva a cabo en Escocia, también lo producen otros países.
Es cierto que el whisky de malta puede llegar a destilarse incluso 3 veces, pero es rara la ocasión. Por lo general, el whisky de malta se destila dos veces en alambiques o alquitaras de cobre mediante el método discontínuo. De tal forma, se obtiene un destilado de gran pureza y, por ende, de mayor calidad. Tras su destilación, el whisky de malta madura en barricas de roble durante no menos de tres años.
En función de su procedencia, podemos encontrar en el mercado dos tipos de Whisky de malta:
Single Malt Whisky: Es aquel whisky de malta resultante de la destilación de cebada malteada, única y exclusivamente. Los licores mezclados para la obtención del producto final se obtienen de distintas barricas de una ÚNICA DESTILERÍA.
Vatted Malt Whisky: Es el whisky de malta obtenido de la destilación de cebada malteada. Sin embargo, el licor resultante surte de la mezcla de whisky de malta procedente de barricas de DISTINTAS DESTILERÍAS.
Producido principalmente en Escocia e Irlanda, el Whisky de grano, es aquel que no procede de un cereal malteado. Aunque, por lo general, para la elaboración del whisky de grano se emplea trigo, puede contener cualquier cereal.
A diferencia del whisky de malta, el Whisky de grano sí puede ser destilado en columnas de alambique. El uso de este sistema deriva en la pérdida, entre otras cosas, de sabores que el whisky de malta sí conserva.
Principalmente, el whisky de grano se elabora con el objeto de nutrir a la industria del blended whisky, o whisky de mezcla.
El destino final de estos tipos de whisky es el de abastecer a otros integrantes del sector. Esto no sucede con el whisky de malta. Por ello, el whisky de grano no suele ser un whisky demasiado elaborado. De hecho, su período de maduración en barrica es bastante breve.
Es aquel whisky derivado de mezclar distintas tipos de whisky, por lo general, whisky de malta con whisky de grano.
El sabor de un whisky blended lo define la proporción de tipos de whisky que éste contenga de diferentes destilerías. Es evidente que cada destilería tiene su propia agua y su propia forma de trabajar el grano, y por tanto, su propio sabor.
En lo que a marcas populares se refiere, éstas siempre emplean la misma relación de proporciones en sus productos. De esta forma, el sabor de la mezcla no varía, a pesar de utilizar distintos tipos de whisky.
La producción de whisky blended copa más del 80% del mercado. Pero ¿cómo alcanzar las cantidad necesaria de whisky para nutrir la elevada demanda de las marcas productoras de blended? Pues muy sencillo. Existen destilerías especializadas en la producción de determinados tipos de whisky. Por ejemplo, hay destilerías de whisky de malta que no embotellan; es decir, que derivan su producto directamente a la industria de whisky mezclado.
Se trata de un tipo de whisky que puede producirse en todo el territorio de los Estados Unidos. Pero que principalmente se ha desarrollado en el Estado de Kentucky.
Una excepción es el estado de Tennessee, que podría establecer la categoría “Tennessee Whiskey“. Hay diferentes tipos de whisky americano o bourbon con respecto al proceso de producción.
El Bourbon o whiskey americano debe contener, como mínimo, un 51% de whisky de maíz destilado. El resto, es una mezcla de whiskies de cebada, de trigo o de centeno. A diferencia del whisky de malta, el whiskey americano o bourbon utiliza alambiques de columna para su destilación. Tras su destilación, el bourbon debe madurar durante, al menos, cuatro años en barricas de roble blanco americano.
Existen dos salvedades con respecto a los tipos de whisky americano que merecen especial mención. La primera es que hay una variante de bourbon denominada Tennessee Whiskey. La mezcla de whiskies resultante es filtrada con azufre de madera de arce antes de introducirse en la barrica de maduración. Este detalle le otorga al tennessee un sabor y aroma muy particulares. La segunda salvedad se refiere al llamado straight bourbon. La diferencia entre el bourbon corriente y el straight es que éste último no es mezcla, sino puro de maíz.